
Recuerdo el día en que decidí encerrar todos mis demonios, todos mis fantasmas, todos mis males. Los encerré en mi cuerpo bajo un sello "casi" irrompible, solo quien podía detonar tal barbaridad de abrir la caja de pandora era la persona que yo consideraba mas importante en mi vida. El sello nadie lo podía remover pero solo basto un soplo de ti para que este fuera a volar para no volver, que podía ser mejor o peor hasta el momento no lo se. Recuerdo el día en que todos mis fantasmas salieron de mi, todos los demonios se apoderaron de mi mente y todos mis males comenzaron a manifestarse, podría ser el limite de la razón para esta pobre alma que solo busca el equilibrio en su prisión de cristal. Siempre tuvo que ser así en verdad, vivir con los males afuera en vez de encerrar la verdadera esencia del alma, florecer la esencia como dijo una persona interesante que se aparecen por el camino, ¿que era yo tratando de creer que yo había expiado mis males?, no se si maldecirte o agradecerte por devolverme a mi esencia natural. Ahora no se si potenciaras mis demonios, agudizaras mis males, revivirás a los fantasmas o tal vez puedas ponerle un sello tan fuerte a todo esto que ni siquiera el poder de un dios sea capaz de abrirlo.